¿Qué tan lejos está la sociedad actual de la sociedad
descrita en el libro 1984 de George Orwell?
Esta es una pregunta muy interesante a la hora de iniciar un
buen debate. Muchos dirán que es absurdo siquiera comparar ambas sociedades,
que jamás será posible que lleguemos a una situación similar. Yo personalmente
pienso que no estamos tan alejados de la sociedad y el orden social que se
describe en el libro, o bueno, pienso que tenemos características similares a
las que presenta la sociedad de 1984.
No es tan descabellado pensar que hoy en día estamos siendo
constantemente vigilados por un Gran hermano. En el bus hay cámaras, en el
metro hay cámaras, en los pasillos de la universidad hay cámaras, en las zonas
de estudio hay cámaras, al entrar a cualquier negocio hay cámaras, las
fotomultas son cámaras, en las calles hay cámaras de seguridad… En fin, estamos
totalmente vigilados, mediante las cámaras se puede saber dónde estamos o
estuvimos, con quién o quiénes, a qué hora, qué día, qué hicimos, cómo lo
hicimos; una infinidad de aspectos que pueden ser monitoreados y registrados en
nuestra vida cotidiana.
Un computador puede ser una telepantalla, un televisor puede
ser una telepantalla, un Smartphone puede ser una telepantalla, una Tablet puede
ser una telepantalla… Estamos totalmente absorbidos por la tecnología. Nos
abruma tanta cantidad de contenido y entretenimiento que puede proporcionar la
web y los social media, asumimos todo lo que se ve en la red como verdadero, no
estamos preparados para esta llegada tan abrupta de los nuevos medios de
comunicación. Los celulares, los computadores y todos estos aparatos son una
herramienta que facilita y proporciona el acceso a la web.
A Facebook subimos las fotos de la última rumba, el paseo
familiar de semana santa, publicamos cuando estamos tristes y cuando estamos
felices, etc. Si lo miramos desde otro punto de vista, Facebook –y en general
todas las redes sociales- son una enorme base de datos sobre los
acontecimientos de nuestra vida, una base de datos a la que cualquiera puede
tener acceso, en la que registramos nuestra cotidianidad.
A parte de ser un banco de datos al cual frecuentemente sumistramos
información personal, los social media se convierten en un centro de
entretenimiento –más que de información- para la mayoría de las personas. Cada
día pasamos más tiempo en Facebook, o en Instagram, o en Twitter. Todas estas
herramientas y plataformas fácilmente pueden ser un medio de control y de
vigilancia constante, aunque suene un poco conspiracionista.
Nuestra sociedad cada vez está más homogeneizada y sin duda
alguna los social media influyen mucho en esto. Es a través de las redes
sociales y de los medios de comunicación por donde más fácil se puede imponer
estándares tanto físicos como morales en la población general. La tendencia
genera moda y la moda tiene muchos seguidores.
No lo sabemos pero estamos inmersos en un sistema político
que nos lleva y nos trae a su antojo y conveniencia. Es triste pensar que cada
vez estemos más cerca de convertirnos en los plebeyos de 1984, sin capacidad de
juzgar ni reaccionar, sin capacidad de generar alguna reacción.